Sé que siempre escucharé tu voz en mi corazón, la voz que me hablaba a través del amor, esa voz que ya se ha ido, esa voz, cuya ausencia me devora, me devasta y anula casi todo mi "yo". ¿Será que algún día habrá de volver esa, tu voz otra vez prendida en las llamas de la pasión, o será que nunca más sabré de ella?, ¿tendré que cruzar la feroz travesía de esta vida en su ausencia?, pero ¿cómo, cómo respirar sin ella, sin su aliento, sin su fuerza, sin su consuelo?, ¿cómo envejecer sin escucharla? , ¿cómo ser feliz sin su presencia?, ¿cómo ser?. Sí, no seré yo sin ti, quien fui, quien hubiese sido, simplemente seré y seré, hasta dejar de ser lo que nunca fui. No importan ya las tormentas que me atormentan, porque el sonido de tus labios en mi piel se ha marchitado, dejandola árida, muerta y pálida como un desierto, desierto de sal. Y esta inmensa brecha, sangrante en su tristeza, no cicatrizará, porque se fue su susurro, placebo de mis temores, calmante de mi agonía, perdón, de mis errores. Y queda perdida, el alma en la oscuridad, y allí eternamente dolida, yacerá, y no se alzará... nunca más. |
4 abr 2006
Tu VoZ
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