Nunca Sabrás

Varados, como en una isla desierta, quedan pensamientos dentro, que jamás saldrán de su confinamiento.

Varados, como en una isla desierta, quedan sentimientos dentro, que jamás saldrán de su confinamiento.

Tú en cambio, al despertar no ves nada. Serán invisibles de por vida, te rodearán siempre, pero nunca existirán para tí, nunca llegarás a ser consciente de la realidad absoluta.

Es posible que los acontecimientos futuros cambien las circunstancias, pero nunca lo harán hacia la convergencia común: nunca construyendo un puente hacia mi isla. Más bien, aquí es donde nos quedamos, este es el lugar que estamos condenados a ocupar, predestinados desde que se cruzara la primera palabra pronunciada entre los dos. Este es nuestro sitio. Sitiados. Y aún hoy y desde hace ya algunos años sigo preguntándome si habrá un lugar, si existen alternativas que no somos capaces de deducir. Y concluyo que no, que no existen.

Seguiremos dando tumbos a través del tiempo, hasta que éste deje de ser para nosotros. Así, nunca sabrás lo que yo sé, y conmigo desaparecerá todo rastro del naufragio.

Náufrago desde que nuestros ojos se vieron reflejados. Resignado a un futuro perpetuo. Condenado, a una eterna sanción de silencio y a la censura de mí mismo.

Y es por ello que respiro la mitad, es por ello que vivo en otro lugar. Pero, sin embargo, es por ello que nunca cesará, que nunca apagará, que nunca enfriará, que nunca marchará.

Varados, como en una isla desierta, quedarán pensamientos dentro, que jamás saldrán de su confinamiento.

Varados, como en una isla desierta, quedarán sentimientos dentro, que jamás saldrán de su confinamiento.

Jose Lun