La Caza de Focas (por Maria del mar Fernández)

por María del Mar Fernández Flores

Las focas, los leones y elefantes marinos, las morsas, etc se encuentran dentro de un grupo denominado pinnipedos los cuales, en la actualidad, se enfrentan a una gran cantidad de amenazas. Se concentran en grandes grupos sobre el hielo por lo que son presa fácil para el hombre debido a su lentitud al desplazarse y su constitución pesada (una foca pesa alrededor de 100 kg). Desde hace ya tiempo, esta especie ha sufrido mucha presión debido a la comercialización de sus pieles, su carne y su grasa. También en Asia son muy considerados los genitales masculinos de muchas de las especies.

El Gobierno de Canadá ha desarrollado un Plan de Gestión de caza de focas que autoriza la masacre de 335.000 ejemplares en el 2006. Será la mayor matanza de mamíferos marinos de todo el mundo. Las cuotas de caza se basan en censos de focas realizados a intervalos de cinco años. La cacería se basan en crías que no alcanzan la edad reproductora hasta los cinco años de edad, por lo que los impactos en la población pueden tardar mas de diez años en conocerse y se necesitan quince para determinar la evolución de la población. Por tanto, el censo realizado por el gobierno no muestra el estado real de estas poblaciones.

Digo masacre y no caza porque las autoridades canadienses permiten autorizar bates, picos y armas de fuego para matar a estos animales sin compasión alguna ya que sus pieles pierden el valor en función de las perforaciones y los desperfectos en el proceso de caza, por lo que los cazadores se niegan a disparar más de una vez dejando a los animales agonizantes. En el 2001 un grupo de veterinarios fue invitado a Canadá por el Fondo Internacional para el bienestar Animal indicando que el 40% de los animales eran despellejados vivos.

La primera fase de esta caza comenzó el 26 de marzo en el Golfo de St Lawrence, Québec. En el primer día cazadores y manifestantes se encontraron cara a cara ya que dos embarcaciones pesqueras intentaron embestir a una lancha con los defensores. Les tiraron cadáveres e intentaron volcarlos. Uno de los manifestantes añadió:”los cazadores creen que ellos están absolutamente sobre la ley”. Esto es, porque el Ministerio de Pesca canadiense piensa que las focas ponen el peligro al bacalao pudiendo exterminar a la especie, algo que los científicos no han podido demostrar aún. Se espera el asesinato de 90.000 crías en esta zona, después se trasladarán a Newfoundland, donde sacrificarán al resto.

Este año debido a las moderadas temperaturas, han hecho que la situación sea más complicada ya que la gran capa de hielo se ha reducido a pequeños témpanos flotantes dificultando la caza a los pescadores que, acostumbrados a golpearlos en la cabeza hasta la muerte, les dispararán a distancia.

Me hago una pregunta: ¿Vale la pena tanto sufrimiento por un puñado de monedas?.

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María del Mar Fernández Flores